Con la edad no se nos van las ganas de viajar, si acaso nos hacemos más exigentes. Y esto por varios motivos. En primer lugar porque ya hemos viajado a muchos lugares y nos volvemos más selectivos a la hora de elegir destino. Y en segundo lugar porque, con honrosas excepciones, ya no estamos para los mismos trotes que a los 20, 30 o 40 años. A no ser que seamos unos experimentados viajeros y que pasados los 55/60 no sigan tentando las aventuras por esos mundos de Dios, Europa ofrece un sinfín de lugares preciosos y, a menudo inexplorados, que son una magnífica alternativa para viajar a esta edad.
Cuando nos viene a la mente viajar a Europa hemos de pensar a lo grande. Cada uno de los países del viejo continente merece una visita y muchos merecen más de una por que no te los acabas en cuatro días. Además, con la edad, normalmente preferimos los viajes más tranquilos. Ir sacando la lengua de país en país como en la loca comedia de Mel Stuart, Si hoy es martes esto es Bélgica es algo que ya no apetece. Tampoco apetece organizarse uno mismo el viaje buscando billetes de avión, alojamientos o entradas a exposiciones o museos. Para ello es interesante acudir a alguna agencia de viajes con propuestas de viajes para mayores.
Como decíamos, Europa es muy grande y a la hora de elegir destino hemos de tener en cuenta algunos factores:
Francia es, sin duda, un lugar ideal para viajar a edades avanzadas. Un circuito por lugares como París y el norte de Francia (Normandía y Bretaña) es una apuesta segura. Y aunque hayamos estado en París, esta ciudad siempre merece segundas, terceras y más oportunidades. Normandía y Bretaña son lugares muy asequibles y en los que vamos a encontrar numerosos atractivos.
Portugal también es un destino a tener en cuenta. Un destino que por su vecindad a menudo no pensamos en él. Lisboa o Oporto son ciudades preciosas en las que hay mucho que ver aunque, eso sí, andar por ellas no es lo más cómodo del mundo.
Italia es otro de los destinos imprescindibles. Ponga mos por caso una ruta que empiece en Roma, la ciudad eterna entre otras cosas porque no hay modo de acabarla de conocer, y siga por la Toscana con Florencia y Siena, sin duda no defrauda.
También se puede pensar en un circuito por los países Bálticos (Lituania, Estonia y Letonia), cuyas capitales y pueblos conservan muchos de sus atractivos medievales.
Uno de los países con mayor influencia de Europa, Alemania, a menudo es el gran olvidado cuando pensamos en viajar, y esos que tiene maravillosos lugares y ciudades. Pensemos si no en un circuito por ciudades como Frankfurt, Heidelberg que incluya espacios naturales como las cataratas del Rin.
Lugares para conocer hay muchos y aquí hemos citado solo unos cuantos. En el tintero nos hemos dejado Austria, Gran Bretaña, Escocia, Rusia, Chequia, España, Países Bajos o Polonia entre muchos. En cualquier caso, cuando viajamos con unos cuantos años a nuestras espaldas es importante que planteemos un viaje saludable pensado para gente mayor del que regresemos contentos y sin más problemas que los que nos llevamos de casa.
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