Durante mucho tiempo en los pasaportes, en los seguros de viaje se indicaba “Aplicable a todos los países del Mundo menos Albania”. Y es que durante mucho tiempo este país, hoy exótico y de moda estuvo vetado a la presencia occidental bien por el Comunismo, bien por la corrupción de la empresas piramidales del agresivo capitalismo, bien por la mafia, por la pobreza material, bien por el imaginario colectivo de ignorancia geográfica. Lo cierto que Albania o Shqipïrisë o el país de las Águilas hasta hace poco tiempo era muy poco visitado sobre todo por el turismo ibérico peninsular.
El significado del nombre puede proceder del blanco (-alba) de las montañas de los Alpes Dináricos o bien de las Águilas que allí encuentran sus nidos o refugios para hacerse fuertes.
Así lo hizo Skanderberg, el héroe nacional que en el Medievo se reveló al imperio Otomano poniéndolo en jaque. El águila bicéfala era ya su símbolo e inequívoco símbolo de la bandera albanesa. Es también el saludo nacional que se hace con los brazos imitando dos alas.
Albania es exótica en su historia marcada sobre todo por el ferreo comunismo del dictador Hoxha y su obsesión contra la religión o la ocupación exterior que se tradujo en miles de búnkeres y la conversión y destrucción de templos. Esos templos que ahora se reconstruyen enormes en forma de mezquitas, iglesias y catedrales o templos bektashís o tekkes, una corriente religiosa musulmana presente en el país y muy tolerable y condescendiente con las demás. De ahí ese carácter tan marcadamente hospitalario de los albaneses, albaneses que tienen el xiro o paseo como noble “deporte” nacional. También la geografía marcará los caracteres folclóricos y gastronómicos de toscos y guegos (albaneses) pero también de muchas minorías como la griega o la arumana. Una geografía donde se abrazan el Mediterráneo, los Balcanes y la tradición otomana y los Alpes Dináricos.
Pero Albania tiene secretos bien guardados y espero nunca destruya el turismo de masas, un turismo que no va con la filosofía editorial de webviajes. Si se lee con detenimiento la nueva obra de Anaya Touring Club de Albania podremos desgranar y destacar 11 atractivos para adentrarnos en las intimidades de este mágico país.
Tirana, visita imprescindible a lo que en otros tiempos era un barrio vetado a la Nomenclatura y poder comunista y ahora es el capitalismo más agresivo y derrochador. Para ello pasar las locas noches en el barrio de Blloku o incluso tomar algo junto a la fantasmagórica villa de demonizado dictador Hoxha. Muy cerca no hay que dejar de visitar la maquiavélica Casa de las Hojas.
En Shkodra, la ciudad del norte no hay que dejar de subir a la mítica Rozafa con sus vistas al lago y asistir a una cena espectáculo en Tradita.
Entre las fortalezas de Kruja, la vieja capital y Lezha donde supuestamente falleció Skanderbeg se halla uno de los mejores restaurantes del país Mrizi i Zanave y su cocina Slow Food con excelente calidad-precio.
Hacer una excursión hacia el mágico lugar del Ojo Azul en los bosques de los Alpes Dináricos y el mágico Valle de Tethi, tan fantaseado por la famosa antropóloga y escritora británica Edith Durham. Seguro que ella se impresionó con las torres de autodestierro y las vendettas de estos perdidos y salvajes parajes. Otra mujer la hija de Laura Ingalls (La Casa de la Pradera) Rose W. Lane también escribiría sobre estas salvajes tierras.
Contemplar bajo un viejo olivo las ruinas de Apolonia y sobretodo su la Acrópolis y el templo de los Agonotetas. Aquí se puede respirar las diferentes culturas clásicas de los herederos del pueblo albanés: los ilirios. También su rico pasado medieval. No muy alejado uno de los monasterios más bellos del país y donde no por amor se casó Skanderbeg: Ardénica.
No perderse un atardecer en la gran laguna de Divjakë-Karavasta. Separada del Adriático por un idílico cordón de arena, este gran espejo de agua todavía se pesca de manera tradicional. A los lados de la laguna perviven pequeños núcleos que recuerdan la austera vida del comunismo.
Pasear por el bazar de la bella localidad de Gjrokastra y tomar algo en Cuca contemplado la enorme mezquita desde su acogedora y animada terraza.
La ya muy masificada y conocida “Riviera Albanesa” tiene bonitos pueblos que ya se reflejan en la vecina Corfu y la cultura helénica. Entre las playas a las que sólo se accede caminando una de las más bellas es la de Gjipe. Curiosamente una carretera estrecha se aproxima a ella construida para que accediese la hija del comunista Hoxha pero también la del capitalista Berisha . Ambos la regalaron a sendas hijas… Hoy la riviera albanesa es una eclosión de fiesta, festivales y hedonismo al más puro estilo mediterráneo.
Ascender a las viejas ruinas del castillo de la católica Gorica, no tan conocido como el Kala sobre el barrio musulmán de Mangalemi. Desde allá , también desde el puente de piedra se observan las mejores vistas de Berat, la ciudad más bella de Albania, la ciudad de las Mil Ventanas dónde se hace necesario pernoctar en alguna de sus diferentes mansiones preparadas para el turismo. También se observa el mítico y sagrado macizo del Monte Tomorr dónde hay un venerado tekke y santo.
Dormir en un antiguo caravasar en la ciudad comercial de Korça hoy bello café-restaurante y alojamiento en la entrada al demasiado maquillado bazar. Se trata del conocido Hani i Pazarit.
Descubrir una de las zonas menos turísticas del país que además de la tortuosa carretera que une Permet y Korça por los Montes Pindos (Epiro) es el lago Prespa fronterizo con Macedonia y Grecia y dónde viven minorías cómo la macedonia o la búlgara. Este paraje poco impactado tiene una isla misteriosa: la isla de las Serpientes y sus iglesia rupestre que se salvó del ateísmo oficial de E. Hoxha.
En definitiva Albania sorprenderá al viajero pues es un país todavía por descubrir con lugares dónde han llegado muy pocos viajeros. El país de la emigración, de la gran diáspora, de la película Lamerica (1994) es un país con mucho futuro. Esperemos las nuevas generaciones sean conscientes de la potencialidad de ese pueblo con tanto carácter como el albanés.
Para ampliar información y datos prácticos consultar la Guiarama Compact de Anaya Touring Club (2024) Paco Sánchez Ruiz (www.guiasdeviajeanaya.com)