Cuando hay un accidente aéreo, en los que siempre hay un gran número de víctimas, lo primero (o lo segundo) que viene a la cabeza es la situación en que queda la familia de los fallecidos. ¿Qué va a ser del los niños, si los hubiera? ¿de la esposa o el marido?. Son pensamientos habituales. Hace unos días Curra Ripollés, familiar de una víctima del accidente del YAK 62, escribía una carta en El Periódico de Catalunya dirigida a los familiares de la víctimas de la catástrofe de los Alpes en las que les decía, entre otras cosas:
“No firméis nada. No dejéis que ningún abogado se os acerque. No permitáis que los políticos se hagan la foto con vosotros. Organizaos. Montad una Asociación. Y dentro de una semana empezad a tomar decisiones. Ahora sí: buscad abogados que sean humanos, que nos os quieran cobrar por adelantado parte de las indemnizaciones, que no se atrevan a deciros que ‘esto solo puede llevarse por la vía administrativa y que no hay nada que hacer por la vía penal’.”
Y es que al final, la ayuda profesional es absolutamente necesaria. Lo es ante una gran catástrofe como ésta, y también lo es ante hechos más cotidianos que afectan en mayor o menor medida los derechos de los pasajeros.
Veamos ¿qué debe usted hacer si cree que sus derechos como pasajero han sido infringidos?
En primer lugar, contactar con la compañía aérea o -para asuntos relacionados con personas con movilidad reducida- con el aeropuerto. Si no está usted satisfecho con la respuesta que le den, puede hacer una reclamación en uno de los organismos nacionales competentes. O también puede contactar con alguno de los portales creados precisamente para la defensa de los pasajeros aéreos, como Flightright, especializado en reclamaciones por casos como retrasos o cancelación en los vuelos o denegaciones de embarque. Estas empresas, a diferencia de lo que puedan hacer algunos abogados, sólo cobran cuando el cliente recibe su indemnización.
Algunos ejemplos de lo que se puede reclamar, y muchas veces no se hace:
Los vuelos de menos de 1.500 km con un retraso de 2 horas o más tienen derecho a 250 euros.
Los vuelos entre 1.500 y 3.500 km con un retraso de al menos 3 horas pueden recibir hasta 400 euros
Los vuelos de 3.500 km o más y con un tiempo de espera de 4 horas pueden reclamar hasta 600 euros.
Ante un caso como este es cuando empresas como Flightright le ayudan en su reclamación. Incluso disponen de un calculador automático de la cantidad que podrá reclamar según el caso que exponga.
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