A pocas semanas de Semana Santa todavía habrá quien no haya decidido dónde dirigir sus pasos para pasar sus vacaciones. Para ayudaros en vuestra elección hemos realizado una selección de cinco viajes de Semana Santa 2019 fantásticos. Uno en Asia, otro en el Caribe, otro en Europa y dos en África.

Índice de viajes para Semana Santa

Sri Lanka
Pescador en Sri Lanka

Sri Lanka, la perla del Índico

Se dice que el srilankés vive y deja vivir, y que contagia al viajero de un espíritu pacífico y sosegado. Qué mejor motivo que éste para aprovechar las vacaciones de Semana Santa y pasar unos días en esta isla ubicada al sur de India. Unos días que sin lugar a dudas serán insuficientes para conocerla, pero que bien seguro permitirán al viajero regresar a su hogar con espíritu sereno. Desde el final de la guerra que, hasta el 2009, asoló la isla durante 26 años, Sri Lanka se ha convertido en un destino turístico de primer orden.

La isla mantiene un importante legado cultural junto a zonas en las que la naturaleza se muestra en toda su majestuosidad, que incluyen deliciosas playas, parques naturales habitados por gran diversidad de animales salvajes, y sorprendentes plantaciones de té. En esta época del año podremos disfrutar, además, de avistamiento de ballenas en la zona sur.  En las zonas urbanas destacan edificios históricos y coloniales, y por toda la isla encontramos numerosos templos de las distintas religiones que conviven en el país.

En Sri Lanka hay impresionantes espacios declarados Patrimonio Mundial por la Unesco como las ruinas del antiguo palacio construido en la parte superior de un monolito de piedra roja de 300 metros de altura que domina un conjunto armónico de jardines y las famosas pinturas de arte cingalés, las “doncellas celestiales. Este es un viaje que nadie podrá olvidar y que incluye un factor nada desdeñable como es la deliciosa gastronomía cingalesa.

Cuba
En Cuba llama mucho la atención la cantidad de coches antiguos que circulan por sus carreteras

Cuba, alegría, música y ron

No es un secreto para nadie que los cubanos son gente afable, amable y divertida, a los que les gusta la fiesta. Y es que a Cuba se la quiere en cuanto se la conoce, y a los cubanos todavía más. Precisamente estas fechas son un momento ideal para viajar a esta isla caribeña. Tanto en lo que respecta al clima como a que no es época de huracanes.

Los atractivos de Cuba empiezan en la simpatía de sus habitantes, y siguen por sus playas de arena blanca con aguas cristalinas, como las de Varadero, sus ciudades coloniales como La Habana, Santa Clara, Cienfuegos o Trinidad, o por la Cuba más rural y salvaje como el Valle de Yumurí y las cuevas de Bellamar.

Pasear por la Habana vieja o tomarse un daiquiri en El Floridita, antes de recorrer el malecón, es un placer para los sentidos que puede complementarse con un buen mojito.

Benin
Una sonriente niña de Benin

Benin, en el corazón de África

La tercera propuesta para viajar esta Semana Santa nos lleva a un lugar muy desconocido para una gran parte de viajeros, Benin. Situado en el golfo de Guinea, en el continente africano, este pequeño país tiene numerosos alicientes. En Benin destaca la diversidad étnica (tiene más de 50 etnias con sus correspondientes lenguas) lo cual lo convierte en un destino ideal para los amantes de la fotografía. En Benin es posible visitar tribus aisladas de la civilización. Los interesados en la cultura podrán conocer temas como el vudú, de hecho una de las peculiaridades de Benin es que es uno de los pocos del mundo que tiene una religión propia, el animismo. Esta religión fue exportada a algunos estados de Estados Unidos, al Caribe y a algunos países de Sudamérica, especialmente a Brasil, por los esclavos, y en cada lugar se desarrolló de un modo distinto. Desde Benin se “exportaron” unos dos millones de esclavos hacia América, y hoy en día, en el sur, se puede recorrer el último tramo de la “ruta de los esclavos”.

Algunos de estos esclavos regresaron a su país de origen y allí dejaron la arquitectura afro-brasileña, un estilo prácticamente único en todo el continente.

Contra lo que más de uno pueda pensar, Benín es un país con unas infraestructuras y una seguridad muy avanzadas para los estándares africanos, con el atractivo añadido de ser muy poco turístico.

Egipto
Pirámides en el desierto de Egipto

Egipto, un clásico

Poco se puede decir de Egipto, nuestra cuarta propuesta, que no se sepa. Desde hace décadas, e incluso siglos, Egipto es un lugar al que muchísimas personas sueñan con viajar alguna vez. Difícil de olvidar la imagen del crucero por el Nilo en el filme “Muerte en el Nilo”. En él, Peter Ustinov encarnando al célebre detective Hercules Poirot, investiga un asesinato a bordo de un lujoso crucero que navega por el Nilo y, al margen de los hechos luctuosos que en el mismo suceden, la vida a bordo genera una sana envidia en los espectadores. Precisamente un viaje a Egipto en Semana Santa permite disfrutar de un crucero por el Nilo en una época ideal. Sin olvidar los otros muchos atractivos del país norteafricano. Entre estos podemos destacar la visita a los fantásticos templos de Luxor y Karnak, al de Edfu dedicado al dios Horus, al de Kom Ombo consagrado al dios Sobek, el Valle de los Reyes con sus tumbas, los colosos de Mennon entre muchos otros, sin olvidar la visita a la ciudad de El Cairo y a las cercanas pirámides de Gizah.

Creta
Playa en la isla de Creta

Creta, entre el mito y la historia

La isla Creta es la última de nuestras ideas/recomendaciones para viajar esta Semana Santa. En este caso una isla mediterránea con una larga, rica y variada historia. Una isla en la que han dejado su huella innumerables culturas, cuyos vestigios son uno de sus mayores atractivos. Buena parte de la mitología griega tuvo como escenario en algún momento esta isla, y todavía hoy, es difícil distinguir sobre el terreno dónde termina el mito y dónde empieza la historia. La visita al palacio de Knossos levantado 2.000 años aC y que alberga el Laberinto del Minotauro es una buena muestra de la mezcla entre el mito y la historia que se vive en Creta. Quienes buscan cultura, historia y mitos no marcharán de la isla insatisfechos, más bien al contrario. De eso no hay duda. Sin embargo Creta ofrece también una gran diversidad de paisajes, que van desde escarpadas gargantas, como la Garganta de Samaria, a interminables playas con aguas de color azul turquesa, desde paisajes montañosos a pueblos tradicionales, que le añaden atractivos para convertirse en un lugar imprescindible para viajar, al menos, una vez en la vida.

Estos cinco viajes de Semana Santa 2019 y muchos más,
los encontrarás en Tarannà Viajes con Sentido.

 

Vistas del paisaje en Haputale

logotuareg
Más información sobre este viaje a Sri Lanka desarrollado por Tuareg Viatges

Dicen que todos los tonos del verde se encuentran en Sri Lanka. Que a medida que va cambiando el paisaje puedes apreciar la variedad; desde el verde lima de los campos de arroz hasta el verde oscuro de las palmeras, pasando por el turquesa del mar. Dicen que el esrilanqués, más que hacer, está. Vive y deja vivir, y contagia al viajero de un espíritu pacífico y sosegado. Poco a poco van dejándose atrás las prisas y el estrés característicos del turista que quiere verlo todo, arriesgándose a quedarse sin nada.

judit-velaTexto: Judit Vela
Fotografías: Tuareg
Video: Oficina de Turismo de Sri Lanka

Dicen y tienen razón. No hace falta mucho tiempo en el país para descubrirlo. Sólo llegar nos invade esa agradable sensación de tranquilidad, que contrasta con la intensidad de la luz, de los colores, del olor a especias y del calor húmedo. Sri Lanka es un país que sorprende por su variedad. Al contrario de lo que uno pueda pensar o imaginar antes de venir, no solo estamos ante un destino de playa idílica. Sri Lanka es más y es menos, es la lágrima de la India pero también la sonrisa, es afrutada y picante, acogedora y reservada. Es la tierra de los mil nombres.

La roca León en Sigiriya
La roca León, en Sigiriya, una impresionante mole a 285 metros de altura

El triángulo cultural
Quien más quien menos conoce algo sobre los mayas y los aztecas. Parece ser que se llevaron toda la fama sin dejar nada para los demás. Por ello, cuando la guía nos explica que en Sri Lanka existió una cultura milenaria experta en sistemas de riego, tanto o más avanzados que los impantados por los egipcios, no podemos dejar de sorprendernos. Nos empapan de conocimiento mientras visitamos templos, ruinas y ciudades, muchas declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La mayoría, además, con nombres imposibles para nosotros. Cada uno le da su toque personal al pronunciarlos mientras los demás ríen al escuchar la nueva versión.

Anuradhapura, Polonnaruwa y Sigiriya forman el denominado triángulo cultural. No recordaremos sus nombres, pero sí la larga cola de gente antes de subir a la cima de la roca León en Sigiriya, a 285 metros de altura, y lo mucho que vale la pena esa espera. Su posición elevada nos regala una vista panorámica de 360 grados tan espectacular que al instante olvidamos el esfuerzo de la subida. Nos hallamos rodeados de jardines y de una vegetación tan espesa como infinita.

A nuestro alrededor vemos y oímos a más esrilanqueses que a turistas, ya que el estado da un día de fiesta a los trabajadores de sus empresas y los lleva a visitar un lugar del país. Este año los trabajadores de la confección visitan Sigiriya. Gracias a ello podemos ver a tantas mujeres luciendo elegantes vestidos de colores. Nos sentimos frustrados al comprobar que nuestras cámaras no logran captar la belleza del lugar, pero sabemos que la visita se ha impregnado de un aire auténtico que permanecerá en nuestra memoria.

Paisaje verde oculto tras la niebla
Las plantaciones de te tapizan la isla de verde

Tapices de té
Sin embargo, la roca León en Sigiriya no es, ni de lejos, la zona más alta del país. Cambiamos radicalmente de paisaje. Dejamos atrás esa primera parte cultural y nos dirigimos hacia el verdadero techo del país, hacia las inmensas plantaciones de té en montañas que parecen tapices. Bajo el sol, las mujeres tamiles recolectan hojas a una velocidad récord, cargando en sus espaldas sacos llenos de cosecha y desafiando la gravedad sobre un terreno desigual. Enfundadas en sus saris de colores, nos sonríen a pesar del esfuerzo, como si nuestra presencia allí hiciese más ameno su trabajo.

Sri Lanka es el mayor exportador de té del mundo. Nos encontramos en el centro del país, en una ciudad colonial llamada Nuwara Eliya o, coloquialmente, "Little England" (Pequeña Inglaterra). El famoso té de las cinco, tan típicamente inglés, proviene de estos campos de cultivo y puede saborearse gracias a las curtidas manos de estas mujeres. La pureza de su aroma invade el lugar, y la temperatura es mucho más agradable aquí arriba, en las Tierras Altas de Sri Lanka.

Llegamos en tren y marchamos en tren, el mejor medio de transporte para apreciar el lugar. Parece de juguete y serpentea entre paisajes bucólicos y pintorescos, recorriendo tranquilo las laderas de montes y colinas a 2.000 metros de altura. Desde la ventana, la niebla nos induce a creer que viajamos por encima de las nubes. Quizás no es el más confortable del mundo, pero viajar en él nos da la oportunidad de compartir impresiones e intercambiar sonrisas con los lugareños.

Trayecto en tren por las Tierras Altas
El tren es el mejor medio de transporte para conocer Sri Lanka

Paz interior
Una visita a la colosal estatua de Buda, de 12 metros de altura, esculpida en roca de una sola pieza. Un paseo en barca por el río Madu, observando a los típicos pescadores zancudos y su peculiar forma de pescar. Una jornada de descanso, rodeados de palmeras, arena blanca, playas desiertas y tropicales…  En esta ocasión, el mar está demasiado bravo y movido para permitirnos nadar en él. Es el riesgo que corremos si visitamos el país en época de monzón. Lo que sí podemos es contemplar las olas de un paisaje costero que, sorprendentemente, no recibe aglomeraciones de turistas. Todo ello, mientras disfrutamos de los mejores sabores del país: piñas, cocos, bananas de mil tipos…

Nunca habíamos pensado que comer sano podía llegar a ser tan placentero. Aquí, la fruta y la verdura saben a néctar de dioses. Sus colores vivos y brillantes nos resultan más apetecibles que nunca. Después de unos días hemos conocido muy de cerca la paz interior, la amabilidad, la paciencia y la felicidad oriental que tan necesaria es también para nosotros. Los ojos curiosos de los lugareños siguen fijándose en los grupos de viajeros con interés, a pesar de recibirlos durante todo el año sin descanso.

Nos hemos adaptado al ritmo lento del país, tan lento como el caminar de los elefantes que hemos podido ver y tocar en su hábitat natural. Despedimos la tierra del té, de los elefantes y de las sonrisas con una sensación de bienestar sin precedentes. Volveremos por gusto, pero también por necesidad. La necesidad de parar el tiempo, de pausar nuestra ajetreada vida y hacerla eterna. Tan eterna como Sri Lanka, la tierra de los mil nombres.

Contactar con Viajes Tuareg

Reportaje realizado a partir de entrevistas con Pilar Petit (guía en Sri Lanka), Gemma Suñé y María A. Edo, viajeras.

sri Lanka plantaciones
Plantaciones de té en Sri Lanka

 

srilanka Sri Lanka La página oficial de turismo de Sri Lanka es sencilla aunque bastante completa. Sólo abrirla permite realizar una traducción automática de la misma a múltiples idiomas, incluido el castellano (que sea automática asegura una pobre traducción). Permite consultas amplias para conocer las mejores playas o los bienes patrimoniales del país. También anima a vivir emociones, a buscar la felicidad o a encontrar la esencia de la isla. La página incluye una amplia relación de hoteles, desde los más lujosos a los más sencillos, así como todo tipo de información práctica para viajar a Sri Lanka.

Comentario realizado el 5 de agosto del 2015