Cuando pensamos en viajar a lugares fantásticos, agrestes y salvajes, lo más fácil es pensar en rincones remotos de África, Asia, Suramérica u Oceanía. Sin embargo no hace falta alejarse del continente europeo para recorrer paisajes increíbles, lugares solitarios habitados tan solo por animales en libertad, o para vivir experiencias emocionantes y únicas.
En Europa tenemos dos sitios que reúnen todas las características para proporcionarnos vivencias inolvidables, Islandia y las Islas Feroe.
Islandia es una gran isla situada en el Atlántico Norte. En sus más de 100.000 kilómetros cuadrados (una extensión mayor que la de Andalucía) tan solo viven algo más de 350.000 personas (en Andalucía viven más de 8 millones), la tercera parte de los cuales en la capital, Reikiavik. Un dato suficientemente elocuente para ver que Islandia es una isla en la que lo difícil es encontrarte con otros seres humanos cuando te alejas de las zonas habitadas, que son escasas.
En Islandia la naturaleza es realmente única y sorprendente. En nuestro viaje a Islandia podemos toparnos con algunos de los manantiales y cascadas más bonitos de Europa, como las cascadas de Gullfoss y los manantiales en erupción de Geysir, con el gran geiser Strokur. En Islandia podemos ver majestuosos volcanes con sus cimas nevadas o recorrer la península de Snaefellsnes donde se puede visitar el volcán-glacial de Sneafellsjökull (utilizado por Julio Verne como puerta de entrada a su “Viaje al Centro de la Tierra”). La naturaleza islandesa también destaca por sus lagos, como el Lago Myvatn, rodeado de volcanes, cráteres, campos de lava y otras formaciones volcánicas. A lo largo de la costa este podemos descubrir una preciosa zona de fiordos.
En el sur tenemos el gran promontorio rocoso de Dyrhólaey, un santuario de aves marinas. Y si seguimos la famosa carretera, llamada Ring Road, llegaremos a la zona de Hófn: Parque Nacional de Skaftafell situado bajo el glaciar más grande de Europa, el Vatnajökull. Parada en la espectacular laguna glaciar de Jökulsárlón.
Islandia además ofrece, sobretodo en la temporada invernal, cuando el día es más corto, uno de los espectáculos más impresionantes de la Tierra, las auroras boreales. Islandia es probablemente uno de los mejores lugares del planeta para contemplar auroras boreales.
En el año 2007 la revista “National Geographic Traveler” publicó una encuesta entre expertos en la que calificaban las Islas Feroe (o Faroe) como la número 1 entre 111 islas estudiadas por sus sostenibilidad, es decir, por su capacidad de mantener la naturaleza de la isla en sus estado original. Las Islas Feroe son un pequeño archipiélago ubicado en el Atlántico Norte, entre Escocia, Noruega e Islandia, y administrativamente son un país autónomo y prácticamente soberano del Reino de Dinamarca, con dos diputados en el parlamento danés.
El archipiélago de las Islas Feroe lo forman 18 islas con un paisaje abrupto y unos enormes acantilados recortados por fiordos. Están habitadas por unas 50.000 personas, y centenares de especies de aves con decenas de miles de ejemplares y plácidos rebaños de ovejas. La distancia más lejana al mar desde cualquier lugar de estas islas es de 5 kilómetros. El mar forma parte de la vida de sus ciudadanos. A sus orillas podemos visitar pintorescos pueblos costeros como los de Gásadalur. Naturaleza en estado inmaculado, inexplorado e increíble –tal como la define el gobierno de las Islas-, bellos pueblos y tradiciones son algunos de los atractivos que encontraremos en nuestro viaje a las Islas Feroe.
Las Islas Feroe son todavía un lugar desconocido para una gran mayoría de europeos, a pesar de ser uno de los destinos cercanos que ofrece mejores paisajes para ser recorridos ya sea a pie, a caballo, en bicicleta o en coche.
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