Todos los padres a quienes gusta viajar saben que no es lo mismo viajar solos que hacerlo con, pongamos por caso, un par de niños de 11 y 7 años. Viajar con niños implica de entrada una preparación mucho más rigurosa del programa. No tanto en lo que respecta al alojamiento, que también, sino a las actividades que se van a realizar en el transcurso del mismo.
Texto y fotos: Josep Maria Serra
Para viajar a Flandes con niños, lo mejor es empezar los preparativos, semanas o meses antes del día de la partida, y hacerlo con la colaboración de los pequeños. Es interesante plantearles alternativas y darles ideas que a ellos les puedan interesar, y que sean ellos mismos los que decidan a dónde ir y qué visitar. Para elegir bien se les puede proponer que busquen en internet las webs de los lugares que en principio les han gustado y comprueben si los atractivos que les ofrecen son de su agrado. Este proceso, si se hace con tiempo, hará que los niños se acaben ilusionando y consideren que el viaje también es algo suyo, algo que ellos han decidido.
En Bélgica, Flandes y Bruselas son un buen banco de pruebas para organizar un viaje con niños.
La oferta es amplia, las comunicaciones cómodas y la comida suficientemente variada como para satisfacer el paladar del pequeño más exigente.
Nuestro viaje por Bélgica empieza en Bruselas, la capital belga. Y lo primero obviamente es la visita a la Grande Place, que impresiona. Muy cerca está el Manneken-Pis que, si tenemos la suerte de encontrarlo disfrazado, llamará la atención a toda la familia y si está desnudo también. Siempre podemos ver los disfraces en las postales que venden en todas las tiendas de los alrededores.
Si tenemos la suerte (mucha suerte) que a los niños les gusten los mejillones, Bruselas es su ciudad y las callejuelas de los alrededores de la Grand Place el mejor lugar para comerlos. Precisamente en algunas de estas callejuelas más de un niño hallará similitudes con el callejón Diagon de Harry Potter. Bruselas es además, la ciudad de Tintín y el Centre belge de la Bande Dessinée, o museo del cómic, es otra de las citas obligadas en la ciudad.
No puede faltar en nuestro programa el Museo de los Niños. Un espacio interactivo con múltiples actividades para los pequeños. A los más aventureros se les puede plantear una visita al Muséum des Sciences Naturelles de Belgique en el que, entre otras actividades, podrán participar en talleres para aprender a hacer fuego como nuestros antepasados prehistóricos o para construir armas. Antes de emprender el viaje es imprescindible consultar la Gazzete Kids, una publicación trimestral con todas la propuestas culturales y de ocio para familias.
No muy lejos de Bruselas tenemos la preciosa población de Gante. Su gran densidad de edificios históricos, una intensa vida cultural y una situación privilegiada, entre Brujas y Bruselas, a 50 km de cada una de ellas la convierte en una cita imprescindible en nuestro viaje. Solamente paseando por sus calles o visitando el castillo (y su sala de tortura) los pequeños ya disfrutarán de lo lindo. Pero un buen y sorprendente complemento lo tenemos en El mundo de Kina: el Jardín. Aquí encontraremos enormes arañas vivas y muy peludas (todas hembras) con nombres de princesas, también un pequeño y muy didáctico museo de la naturaleza, 1.000 variedades de plantas y una colonia de abejas.
Una de las atracciones infantiles del zoo Planckendael, de Malinas
Tampoco podemos dejar de visitar Malinas. Se trata de otra de estas ciudades flamencas llenas de edificios preciosos, y con un par de atracciones que los pequeños no olvidarán: el Museo del Juguete, con una colección permanente y exposiciones temporales, y el parque zoológico de Planckendael, ideal para visitar en familia. Es un gran zoo organizado por continentes. En Asia, por ejemplo, podremos ver gibones, serpientes y ratas, camellos o pandas. Y entre un continente y otro, atracciones para niños de lo más divertidas como un camino entre árboles con pasarelas colgantes que sin duda fascinaran a los niños, o los tipis que encontramos en América.
Es un parque muy limpio en el que la naturaleza se presenta no del todo “domada” lo que sin duda resulta de lo más atractivo.
Otra población con interesantes atractivos para los pequeños es Blankenberge. Está situada en la costa norte y tiene un paseo marítimo a modo de dique para contener las altas mareas de la zona. Precisamente en el paseo marítimo, los aficionados a los animales encontrarán el Serpentarium. Se trata de un pequeño, pero completo y muy bien cuidado zoológico en el que se pueden admirar hasta 250 animales de 100 especies diferentes. Hay anfibios, insectos, arañas y en especial serpientes venenosas que son la especialidad del centro, como las serpientes de cascabel, las víboras o las cobras.
Toda la instalación está pensada para que los animales sean siempre visibles y, sobretodo, para que los niños lleguen a las vitrinas.
Otra maravilla que nos ofrece esta población es el Nacional Marine Park SeaLife, una gran instalación con más de 2.500 animales procedentes de los siete mares que, recientemente, ha incorporado una sección íntegramente dedicada al mundo de los pulpos. Un gran acuario con rayas y tiburones gato que se dejan tocar es otro de los atractivos del SeaLife.
Si se llega a Amberes en tren lo primero que sorprende es la estación. Se trata de un gran y antiguo edificio que ha sido modernizado con andenes situados a diversas alturas. Realmente espectacular. Al salir de la Estación Central nos situamos en la plaza Astridplein donde está el Museo de los diamantes, el acuarium Aquatopia y, a la derecha según se sale de la estación, el zoo de la ciudad. Amberes es una gran ciudad portuaria que siempre ha destacado por ser uno de los mayores centros de talla y comercio de diamantes lo que se nota en la cantidad de tiendas que los venden.
Las calles de Amberes están llenas de comercios, y también de heladerías con las que los pequeños más golosos disfrutaran de lo lindo.
Volviendo a la plaza Astridplein recordemos que ahí tenemos Aquatopia, un gran acuario dividido en siete mundos, en el que podemos visitar desde los manglares hasta los mares tropicales o los arrecifes coralinos. Y el zoo de Amberes, uno de los más antiguos del mundo puesto que abrió sus instalaciones en 1843.
Y nada mejor para finalizar nuestro viaje con niños por Flandes que Brujas, la Venecia del norte. Una ciudad medieval llena de canales que pueden recorrerse a bordo de alguna de las numerosas embarcaciones que ofrecen el servicio.
Brujas es una ciudad tan bonita y tan sugerente que pasear por sus calles ya justifica la visita.
La imaginación de los niños pondrá el resto. Sin embargo también podemos darles alguna idea a los pequeños, como el Museo del chocolate, en el que no tan solo conocerán la historia de este alimento sino que podrán ver en directo cómo hace bombones un maestro chocolatero y probarlos a continuación. No hay que olvidar que en Flandes el chocolate es algo que se toman muy en serio. Y si les gusta más lo salado en Brujas tenemos el Friet Museum o el museo de la patata frita, cuyo slogan es “van patat tot friet”, es decir, “de patata a frita” y en el que se muestra la historia de la patata y de la patata frita.
Bélgica es un país en el que es muy fácil organizarse uno mismo el viaje. Sin embargo si uno quiere el máximo de comodidad, proponemos tres viajes a Flanes organizados por agencias:
Flandes en tren
Visitas: Bruselas, Amberes, Gante y Brujas. 7 noches. Salidas diarias. Desde 459 euros. Incluye vuelos, alojamiento y billetes de tren.
Esta agencia está especializada en Viajes a tu aire. Proporcionan lo básico (transporte, alojamiento, recorrido recomendado…) y después cada uno organiza las visitas y el ocio. En este caso proponen una ruta por las principales poblaciones de Flandes en tren (ver más).
La ruta más dulce. Flandes para familias
Visitas: Gante, Bruselas y Brujas. 4 días/ 3 noches. 525 € adultos + 250 € menores. Incluye vuelos, alojamiento y billetes de tren.
Esta agencia especializada en viajes en familia tiene esta propuesta para viajar a Flandes con niños y visitar los lugares más emblemáticos y apropiados para os pequeños (ver más).
Flandes
Vistas a: Bruselas, Amberes, Gantes y Brujas. 5 días. 1.660 euros. Incluye vuelos, alojamiento, comidas y cenas, y transporte.
Esta agencia propone un intenso recorrido de cinco días con prácticamente todo incluido. Probablemente no es la mejor elección si se viaja con niños pequeños, pero si estos ya son un poco mayores es una propuesta a tener en cuenta (ver más).
Además de estas propuestas para conocer Flandes y Bruselas no hay que olvidar que la mayor parte de agencias mayoristas de viajes y touroperadores tienen variedad de circuitos organizados por la zona..
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