Jerusalén, puertas abiertas

jms
24/08/2018
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Muralla de Jerusalén
Vista parcial de la muralla de Jerusalén

Jerusalén está rodeada por cuatro kilómetros de murallas construidas a principios del siglo XVI por el sultán turco Solimán el Magnífico. El acceso a la ciudad vieja se realiza a través de ocho puertas, una de las cuales lleva siglos bloqueada.

8puertasdejerusalenEstas ocho entradas son testimonio de la historia de la ciudad y, a excepción de la Puerta Dorada, siguen actualmente en uso, siendo atravesadas diariamente por miles de personas. Distintos accesos a la ciudad antigua que brindan la oportunidad de conocer ocho escenarios diferentes y que, a su vez, invitan a ser testigos de los contrastes religiosos y arquitectónicos que alberga la ciudad.

Las ocho puertas ordenadas en el sentido de las agujas del reloj son:

Puerta de Herodes
Puerta de Herodes

Puerta de Herodes. Su nombre en árabe y hebreo es Puerta de las Flores, debido a los motivos con forma de rosetas que la decoran. El nombre de Herodes, no obstante, se debe al hecho de que esta entrada lleva a la casa de Herodes Antipas, a la que Jesús fuera enviado por Pilatos. Está ubicada en el norte, da acceso a los mercados de la ciudad vieja y al barrio musulmán. Tiene la misma orientación que la Puerta de Damasco.

Puerta de los Leones. Los animales de aspecto feroz que flanquean este acceso son los responsables de esta denominación, aunque también es conocida como Puerta de San Esteban, en honor al santo mártir del cristianismo. Esta puerta, la única que da acceso a la ciudad por su parte este, marca el inicio de la Vía Dolorosa, el camino interior de la ciudad antigua por donde Jesús cargó la cruz hasta el calvario.

Jerusalen
Puerta Dorada

Puerta Dorada. También llamada Puerta de la Misericordia o Puerta Oriental, este acceso se ubica en la muralla occidental del Monte del Templo. A pesar de llevar varios siglos bloqueada, todavía se dice que está a la espera de un milagro para que vuelva a abrirse cuando el Mesías regrese y resuciten los muertos.

Puerta de las Basuras. Esta entrada, también llamada puerta del Estiércol o de los Desperdicios, servía originariamente para sacar la basura de la ciudad. De aspecto poco atrayente, se trata sin embargo de un acceso muy transitado ya que constituye la forma más rápida de llegar al Muro Occidental (o de las Lamentaciones) y a la Explanada de las Mezquitas, dos de los lugares más icónicos de Jerusalén.

Puerta de Sión
Puerta de Sión

Puerta de Sión. A través de esta entrada construida en 1540 se accede directamente a los barrios armenio y judío. Situada en la muralla sur, es la última de las cuatro puertas principales de la ciudad vieja. Recibe su nombre por el monte Sión ubicado justo enfrente y también es conocida por los árabes como Puerta de David, ya que la tumba del legendario rey está a pocos metros.

Puerta de Jaffa (Foto: Berthold Werner)
Puerta de Jaffa (Foto: Berthold Werner)

Puerta de Jaffa. Esta es la única puerta situada en el lado occidental de la ciudad antigua. Presidida por la Torre de David, es hoy la entrada más transitada al ser un acceso directo a los barrios cristiano y judío. A través de ella se accede a las partes más populares del zoco y al museo de la Torre de David. De esta puerta partía la carretera que comunicaba Jerusalén con el puerto de Jaffa, en el Mediterráneo, por lo que era también la puerta de entrada de los peregrinos judíos y cristianos que llegaban a Europa.

Puerta Nueva. Es la única entrada que no forma parte del diseño original de las murallas del siglo XVI. Fue construida en 1887, en los primeros tiempos del Imperio Otomano, para facilitar el acceso a los peregrinos cristianos que acudían a los lugares santos situados en el interior de las murallas.

Jerualén
Puerta de Damasco

Puerta de Damasco. Es la más grande e importante de Jerusalén. La puerta que consta de mayores defensas arquitectónica de todas las de la ciudad antigua. Se encuentra en la pared norte y apunta hacia la capital de Siria, de donde toma el nombre. Brinda acceso directo al multitudinario zoco del barrio musulmán. Bajo esta puerta del siglo XVI, los arqueólogos descubrieron parte de la entrada a Jerusalén construida por el emperador Adriano en el siglo II.

Jerusalén, sin embargo, es mucho más que sus puertas, sus murallas o sus edificios, Jerusalén son, sobretodo, sus habitantes. Jerusalén en una ciudad sagrada para judíos, cristianos y musulmanes. Esto la convierte en un lugar en el que la convivencia no siempre es fácil. Y no sólo entre los practicantes de estas tres religiones, sino también entre los practicantes de una misma religión. Es el caso de los judíos ultraortodoxos que viven en sus propios barrios, a los que no es fácil entrar como turistas y que mantienen un pulso al estado israelí.

Para conocer más sobre la realidad de estos grupos ultraortodoxos cada vez más presentes en la ciudad, recomendamos la lectura del libro Orgullosas y asfixiadas. Mujeres que abrazan o huyen del judaísmo ultraortodoxo, de Anna Garcia, Lectio Ediciones.

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